lunes, 14 de julio de 2008

Agradecida-1998


Tengo que agradecerte,
pequeño Pigmalión,
las múltiples mejoras
que logré en mi vida.

Látima que no sea perfecta.
La perfección no existe.

Me da pena tu pena,
triste, fría, lastimera.


Tengo que agradecerte,
darte las gracias,
por todo y de todo
lo que hiciste.


Lástima la pena
de quererte tristemente
la pena tuya, la pena mía
en el compartir profundo de la vida.


Triste, sola,
lástima lastimera...

¡Achalay!
¡Lástima esta soledad en comunión!









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