sábado, 6 de diciembre de 2008

Transformaciones








Me sumerjo en los colores de la vida
y del ahora,
Bajo la luz fosforescente de sus pétalos decididos.
Y entonces, respiro los aires que me resoplas,
Madre Naturaleza.

Y tu corola divina,
Corona la cúspide de mi alma
Con una bendición de bellezas infinitas…
Gracias Madre,
Por este espectáculo sin nombre.
Gracias por la vida.

Las plantas de mis pies se curvan
Sobre la redondez de las piedras,
En el camino.
Estiro mis brazos para alcanzar
Tu esencia,
Tu forma sin forma en el espacio.

Abro los ojos del espíritu
Para percibir lo que me rodea,
Que me atrapa,
Me sostiene,
Y me abraza con su aroma a menta.

Está y no está.
Juega conmigo a las escondidas
Como la coral, huye y no ataca,
Como mi perra guardiana,
Me protege y me pide la proteja.

Siento un calor que me corre por el cuerpo.
Extiendo las manos.
Siento cómo sale por la punta de mis dedos,
Hacia ti,
En un te doy porque me das tanto.

Los ojos del cuerpo se me llenan de lágrimas.
El círculo se ha cerrado.
Pienso: estas cosas no se cuentan…
aunque ya es tarde, las he contado.


II
Pero en la noche,
El amor candente e intenso que arrojaba,
Desbordando de mi cuerpo en la mañana,
Se transforma en la llegada de la sombra.

Ahora son dardos afilados
Que me salen a través de los ojos y la boca.
Y aunque no quiero,
Voy matando ilusiones.

Madre Natura:
¿Por qué este destino?
¿Estas transformaciones?
De mujer ángel a mujer lobo
Que afila sus colmillos sin perdón
En las miserias de los otros.
Una pobre bestia en un instante,
Arrastrándose
En contra de su voluntad.
Hasta el despertar de la luz.

Sálvame Madre Tierra
¿Por qué no lo haces?
¿Esto es en realidad ser humano?

Creo que estas cosas no se cuentan.
Aunque ya es tarde, las he contado.

4 comentarios:

Juan Antonio dijo...

Nuestra alma es luz y oscuridad
algunas veces aparece una u otra
pero es bueno darnos cuenta
y poder elegir la senda que deseamos.
El poder de la mente es grande
pero más grande es la voluntad de dominarla.

Me gustó mucho tu post.

bech dijo...

No siempre los cambios nos parecen buenos hasta cuando de bebés nos mordíamos un pie y a los meses no podemos hacerlo más.
Y sin embargo ¡era el comienzo de pararse y caminar!

¡MUY bueno este cambio en el blog!
un beso grande

Bea Candiani dijo...

Juan, qué bueno que se entienda!

Es cierto, el poder de la mente es inmenso, y difícil de manejar, pero también es cierta esa idea antigua de que cuando se quiere se puede.

Bea Candiani dijo...

Eso es lo que tienen de bueno los que me visitan: siempre me alientan. ¡Gracias Apa!