lunes, 2 de noviembre de 2009

Mis abuelos y el amor


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Una respiración profunda,
un aire- amor  que empuja,
hamaca  en vaivén hacia un recuerdo.
La eternidad asible retoza por la casa
en complicidades tiernas de viejos corazones
que viven entre cantos y bromas,
entrecejos fruncidos,
labios asombrados, palabras picarescas,
y un todo compartido
de mates cebados sin apuro.
En aparición triunfal,
tras la siesta llegan
tambaleantes latas coloridas
donde las manos pescan
galletas crujientes,
aromáticas y desérticas.
Y hay un juego antiguo
del Cantábrico,
donde bailan las cartas españolas
mientras,
sobre la mesa de las pampas,
golpean los puños entusiasmados,
haciendo bailar porotos,
cuentas simples
de tantos ganados o perdidos.

En el nido hay poco
pero justo y sencillo.
Muebles grandes y antiguos,
espacios pequeños, reducidos.
Ella muestra tesoros
ordenados y limpios.
Perfumados objetos
de encajes y de sedas
que libera uno a uno
nombrando procedencias.
Él organiza una gira
por el pequeño país
de cardenales airosos
y canarios cantores.
Hay fértiles macetas
olorosas de albahaca,
perejiles rizados,
y nardos , y  azucenas
como salvados náufragos
bajo las luces y las sombras ciudadanas,
humedades gloriosas,
nostalgias felices del campo.

Y así transitan
en el temblor de la unidad indestructible,
la justeza de vida,
el tú infinito.
Esa alegría- amor
del amor-risa,
un aire fresco,
una canción  bien entonada
y cantada con brío.
Olvidos  pretenciosos,
repetidos perdones,
los pesares ausentes,
escondidos.

Él le desprende el delantal
de un solo paso.
A la sonrisa franca,
una protesta insegura de ella
le contesta.

Dos cansados eslabones
sosteniéndose
en una elección eterna…
La prueba infinita del amor
en mis ojos incrédulos,
y yo sin presentir siquiera
el extraordinario regalo
que la memoria atrapa
y marca mi existencia.


4 comentarios:

EL AVE PEREGRINA dijo...

La complicidad en la tercera edad es lo mas hermoso, ambos caminan al unísono, apoyándose mutuamente con verdadero amor.¡Es agradable verles... como si fuese la primera vez!

Bonita reflexión.

Bea Candiani dijo...

Gracias por la visita Asun!
Esta poesía es en el fondo un deseo de poder llegar a mi vejez viviendo el amor en pareja como ellos.
Abrazo

Mª Teresa Sánchez Martín dijo...

Me ha emocionado enormemente tu poema. Me parece un hermosísimo homenaje y de una ternura inmensa. Qué gozo haber conocido tan bella historia de amor en tus abuelos.
Espero que se cumpla tu deseo y sueño lo mismo para mí.


Un abrazo fuerte.
Teresa

Bea Candiani dijo...

Gracias María Teresa por tu visita.
Leí tu libro: es una joyita!!