martes, 18 de agosto de 2009

Críticas y censuras



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No critiques las obviedades
ni las confesiones
cuando arroje mis poemas sangrantes
sobre la mesa.
No defiendas los surrealismos crípticos
cuando la realidad irrumpa sin permiso
arrastrando sus imágenes
coloridas y olorosas.
No banalices mis palabras.
Aunque sean gastadas y viejas,
allí viven todos mis sentimientos.
No digas no.
En el arte
no hay límites,
no hay fronteras,
ni preconceptos,
ni muros.
Te vuelves indeseable
si no respetas,
si censuras,
si retienes
la expresión del otro,
en el arte.

sábado, 15 de agosto de 2009

El encuentro






Dimensiones fluctuantes,
mundos enfrentados
en un solo mundo,
facciones que litigan,
-derechos mal habidos-
por el poder
y tanto.

A veces me pregunto
si además de la guerra,
de la destrucción,
y muy a pesar y en contra
del desentendimiento,
los desacuerdos y las pobrezas…
A veces me pregunto
por qué
insiste en reaparecer
y sobrevive
esta certeza:
Se puede también
construir el universo
en cada acercamiento,
en cada conexión sincera,
en cada mano abierta.

A veces me pregunto
cómo andarán aquellos
que salen caminando
sobre los hilos flojos
de las tramas sociales,
prescindiendo
de las buenas compañías…
Cómo andarán
suicidas de ciudades,
sin saludos,
ni miradas.
Sin palabras,
ni reverencias.
Sin pedidos de auxilio,
ni muchas gracias.


A veces me pregunto
cómo construye el universo
una por una,
urdimbres y tramas
que surcan espacios comunes
viajando por los hilos invisibles
del afecto.
Una por una,
redes sagradas,
encuentros pequeños,
llegadas al otro,
el corazón replegado,
los brazos abiertos.
La mirada del otro
en los ojos atentos
y  las manos prontas
a una sociedad anónima
sin reclamo, ni miedo.

A veces me pregunto
cómo hace el universo
para regocijarse
y trasmutarse uno
en ese instante único:
en la situación amorosa,
divino paisaje del encuentro.





miércoles, 12 de agosto de 2009

Miedos y dolores




















Indiferencia disfrazada,
desamor en racimos,
deja la ausencia repetida
y la presencia limitada.

Ocultas crueldades
rondan tu día.
Se hacen carne de noche:
reproches y litigio.

Por eso,
no esperes…
Ni te extrañes
si estreno lejanías.
Ni conjures los miedos
de las pesadillas.

Hacen falta,
yo creo,
los pequeños milagros,
para sobrevivir senderos
y transcurrir la vida.

Por eso,
rezaré por nosotros,
atraeré energías
y llenaré vacíos,
con gotas de paciencia,
hasta que llegue,
en algún momento no pensado,
el amor-alegría.