Pequeños ramilletes
de temblorosas esperanzas
y cálidos anhelos
lleva mi alma
con sus manos traslúcidas.
Los miro uno por uno,
y pienso que son tan simples y posibles
que podrían hacerse realidad
sin mucho mérito.
Claro que no dependen sólo de mí.
Necesito también de tu cercanía,
querido mío,
hombre amado de rara manera ,
a través de las barreras diarias,
por momentos obstáculos insuperables,
y a veces, murallas inconsistentes.
2 comentarios:
la necesidad del abrazo, inevitable, acogedor, saciante
eso chico!!
No se puede andar sola por la vida
teniendo con quien, no?
Gracias amor por el comentario, que es parte de tu poema...
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